En el caso de estar alargándose en el tiempo la llegada de un embarazo, el acudir a un profesional de la salud para comentarle nuestra situación nos puede ayudar a conocer si existe alguna causa fisiológica o patológica para nuestro problema y, por tanto, poder darle una solución.
La práctica ideal cuando una pareja acudiera a la consulta sería estudiar el origen del problema mediante pruebas médicas y cuestionarios sobre sus estilos de vida, alimentación, etc. El profesional podría encontrar, a modo de ejemplo en la mujer, que no ovula, que tiene alteraciones hormonales y que además su trabajo le genera tal situación de estrés que le impide dormir y comer bien. El profesional debería informar a la paciente al respecto y poner medidas para solventar las causas de origen, como pueda ser un tratamiento que le regulara sus niveles hormonales y su ciclo, además de aconsejarle la búsqueda de métodos para combatir el estrés. Y de la misma manera en el hombre, el profesional podría diagnosticarle oligospermia y observar que fuma, bebe y que le está afectando la situación psicológicamente. El profesional debería aconsejarle sobre los hábitos de vida saludables, prescribirle algún suplemento alimenticio para mejorar la calidad del esperma y recomendarle terapia psicológica.
El hecho de intentar llegar al origen del problema para poder dar con la solución al mismo debería ser un paso fundamental antes de aconsejar otro tipo de terapias asistenciales. Sin embargo, la mayoría de las veces esta práctica no se lleva a cabo y nos dicen que el origen es desconocido. En consecuencia, es fundamental tomar autoconciencia de nuestro cuerpo y nuestra mente, reflexionar sobre nuestros hábitos y estilo de vida, y emprender el camino hacia la mejora de nuestra salud también por nosotros mismos
Desde el primer día que uno deje de fumar, comience a hacer ejercicio, introduzca alimentos ricos en los nutrientes necesarios para la mejora de nuestra función reproductora, etc, consigue dar un gran paso para mejorar la fertilidad. Ya está en el camino para conseguir su objetivo y a nivel psicológico, la motivación, es fundamental para alcanzar nuestras metas. A nivel fisiológico, nuestros tejidos, vías de señalización, metabolismo y niveles hormonales pueden tardar unos días o pueden alargarse entre 3 y 6 meses en llegar a su nuevo equilibro. Y, desde el punto de vista de la generación de nuevas células germinales, el esperma tarda unos 2 meses en regenerarse y un ovocito comienza su desarrollo mayor de estructuras junto a la maduración de su folículo unos 9-10 meses atrás.
Lo podemos comparar con la preparación para una maratón: el primer día que sales a correr no va a ser suficiente para ponerte en forma y conseguir llegar a meta el día de la gran carrera; se necesita algún mes más de entrenamiento para preparar a tu cuerpo. O las prácticas de un oficio, no basta con hacer un día de prácticas, se necesitan unos cuantos más para aprender a realizar las tareas por uno mismo. Nos pasamos la vida preparándonos para conseguir nuestros objetivos, pues en el caso de concebir un hijo podemos decir que es lo mismo; cada día conseguiremos nuevos cambios en nuestro metabolismo, tejidos y células que nos conducirán a sentirnos mejor; y ello, junto con nuestra motivación, lo transformará en un proceso lleno de entusiasmo que se retroalimentará y nos aportará una mejor salud, una mayor calidad de vida e, indudablemente, una mejora en nuestra fertilidad.
Muchas veces parece que el tomar medidas para mejorar la salud y la fertilidad es cosa de la mujer; es la que toma mayor conciencia y llama a un profesional, busca información o cambia sus hábitos de vida. Sin embargo, el optimizar la fertilidad es cosa de los dos, por lo que, los dos han de poner de su parte y llevar a cabo las mismas recomendaciones o similares. De esta manera, la mejora de la fertilidad se conseguirá por ambos miembros de la pareja, lo que se convierte en un proceso sinérgico con una mayor probabilidad de éxito en su deseo de concebir; la pareja se ve reconfortada en todos sus ámbitos y el camino hacia el éxito se hará mucho más fácil.
El tabaco y las drogas introducen en nuestro organismo sustancias tóxicas para nuestra salud en general y para nuestra fertilidad en particular. Por ello, evitar su consumo se hace requisito fundamental para poder preservar nuestra capacidad de reproducción. El alcohol es una molécula que también produce toxicidad celular y que debemos evitar ingerir al menos en cantidades moderadas o elevadas. El consumo de café o de bebidas con cafeína no ha demostrado tener un efecto negativo en nuestra fertilidad, aun así, se recomienda un consumo moderado de las mismas.
Desde tiempos remotos se ha relacionado la práctica de ejercicio físico con una mejor salud y calidad de vida. El ejercicio físico previene enfermedades cardiovasculares, preserva la densidad ósea, modula el sistema inmune y además hace que el individuo se sienta mejor física y emocionalmente. El hecho de tener una mejor salud física y mental es fundamental para que la función reproductora sea la adecuada.
Llevar una alimentación sana y equilibrada es fundamental, en primer lugar, para controlar nuestro peso y poder bajar el mismo en caso de tener sobrepeso o aumentarlo si estamos demasiado delgados; en segundo lugar, para evitar enfermedades y alteraciones metabólicas que repercutan en nuestra salud, calidad de vida y bienestar; y, en tercer lugar, y el que nos lleva hasta aquí, para optimizar nuestra fertilidad desde el punto de vista bioquímico del organismo.
El hábito de tomar el sol con moderación se justifica para poder obtener la cantidad de vitamina D necesaria para nuestro organismo que nos es difícil de obtener a través de la dieta, ya que la mayoría de ésta se sintetiza a través de la luz solar.
Existen suplementos vitamínicos tanto para la mujer como para el hombre que deseen concebir un hijo, los cuales se pueden tomar para asegurar que, junto con la dieta, se consigue el equilibrio metabólico necesario para nuestro organismo. Es cierto que, si nuestra dieta ya es saludable, no vamos a tener carencia de nutrientes y, probablemente, muchos de los que tomemos en suplementos multivitamínicos no nos hagan falta; sin embargo, si estamos pasando por periodos complicados, puede que descuidemos en algún momento alguna ingesta o que no estemos absorbiendo adecuadamente algún compuesto; por lo que los suplementos se convierten en un punto de apoyo nutricional.
Muchas veces no sabemos si el alimento que vamos a ingerir o el cosmético que nos vamos a poner o incluso el detergente o el ambientador de la casa contienen sustancias que actúan como disruptores hormonales, lo mejor es evitar al máximo la exposición a ellos.
Hemos de controlar el estrés, así como tratar los trastornos detectados de ansiedad, depresión, frustración, etc mediante ayuda psicológica. Se ha observado en estudios que la psicoterapia puede aumentar las tasas de embarazo, mejorando la calidad de vida de hombres y mujeres con dificultad de concebir y ayudándoles a sobrellevar el estrés que esta condición conlleva.