
7 Evidencias Científicas Sobre Cómo Mejorar La Fertilidad – 06. Minimizar La Exposición A Los Disruptores Hormonales
Si bien es cierto que es difícil librarse de la exposición a las sustancias dañinas para nuestro sistema endocrino, pues
El moco cervical de la mujer es secretado por las glándulas del cuello del útero y cambia sus características a medida que se desarrolla su ciclo sexual. Este hecho se debe a la influencia de las hormonas sexuales que van señalizando las fases del ciclo (Karni et al., 1971: Menárguez, 1998; Arteaga & García, 2017)
El moco cervical está formado principalmente por agua y contiene además sales inorgánicas como el cloruro sódico, glúcidos como la glucosa, lípidos y proteínas. Dentro de estos componentes encontramos las mucinas, unas proteínas unidas a azúcares (glucoproteínas) que se encuentran interconectadas formando una malla, las cuales se creen responsables de los cambios en las características del moco (Gipson et al., 2005; Ceric et al., 2005)
El moco cervical ha de tener unas características específicas para permitir la vida y el paso de los espermatozoides a través del aparato reproductor femenino. Para ello el moco ha de ser filante (formar hilos al estirarse), fluido y transparente; lo podemos asemejar al aspecto de la clara de huevo. Estas cualidades, indicadoras de los días fértiles, se dan a mitad de la fase proliferativa y en respuesta a los estrógenos producidos por los ovarios, ya que el moco aumenta su cantidad de agua, llegando en los días cercanos a la ovulación a contener un 98-99 % (Arteaga & García, 2017; Vigil et al., 2015)
Durante la fase secretora o lútea, la progesterona producida por el cuerpo lúteo hace que el moco cervical disminuya su cantidad de agua a un 94-95 % y que cambie sus características a no filante, viscoso y opaco; haciéndose impermeable al paso de los espermatozoides e indicando que la mujer se encuentra en los días no fértiles (Arteaga & García, 2017; Vigil et al., 2015).
La detección de estos cambios en las características del moco no siempre es sencilla; la mujer ha de entrenarse durante varios ciclos, haciendo la observación del moco todos los días y en todo momento que visite el baño. No obstante, este esfuerzo tendrá doble recompensa, ya que, además de obtener información sobre los días fértiles, también le ayudará a conocer mejor su función reproductiva y a proteger la salud de su aparato reproductor. Una vez que se aprende a reconocer lo que es normal en el ciclo sexual y los patrones mucosos cervicales, se podrá identificar lo que no es normal. Por tanto, si se notan irregularidades, tales como un sangrado anormal o un patrón de flujo raro, se deberá realizar una revisión médica.
BIBLIOGRAFÍA
Karni Z, Polishuk WZ, Adoni A, Diamant Y. Newtonian viscosity of the human cervical mucus during the menstrual cycle. Int J Fertil 1971; 16(4): 185.
Menárguez M. Caracterización morfológica de diversos tipos de moco cervical humano mediante microscopía de luz y microscopía electrónica de barrido. Tesis doctoral. Universidad de Murcia, Murcia, 1998, págs. 1-205.
Arteaga Martínez & García Peláez. Embriología Humana y Biología del Desarrollo. Ed Panamericana. Edición 2ª. 2017
Gipson IK. Human endocervical mucins. Ernst Schering Res Found Workshop 2005; 52: 219.
Ceric F, Silva D, Vigil P. Ultrastructure of the human periovulatory cervical mucus. J Electron Microsc 2005; 54(5): 479.
Vigil PP, Cortés ME, Carrera B, Hauyón R, Aravena C. El moco cervical en la fisiología reproductiva. Ginecología. 2015;6: 25-334.
Si bien es cierto que es difícil librarse de la exposición a las sustancias dañinas para nuestro sistema endocrino, pues
La planificación familiar natural (PFN) representa los métodos utilizados para planificar un embarazo o evitar el mismo mediante la observación