Síndrome Premenstrual y Nutrición

LIDIA MARQUÉS

LIDIA MARQUÉS

Dietista-nutricionista
www.lidiamarquesnutricion.com

El síndrome premenstrual (SPM) es una condición que engloba una gran variedad de síntomas tanto físicos como emocionales que se producen antes de la menstruación y se pueden prolongar hasta el primer o segundo día de la misma.
El ciclo menstrual comienza el primer día de sangrado y se divide en dos fases separadas por la ovulación:

  • Fase folicular: comienza el primer día de menstruación y termina alrededor del día 14, cuando se produce la ovulación (es una fecha orientativa que varía en cada mujer). En esta fase aumenta gradualmente la producción de estrógenos hasta la ovulación, donde se produce el pico máximo.
  • Fase lútea: abarca desde la ovulación hasta la menstruación. La progesterona aumenta y los estrógenos disminuyen, con un leve pico en la mitad de la fase. Cuando la progesterona y estrógenos disminuyen, se produce la menstruación y el inicio de un nuevo ciclo. En esta fase tiene lugar el SPM.

 

Se desconoce el etiología de los síntomas presentes en el SPM, aunque parece que en las mujeres que los sufren existe mayor sensibilidad a los cambios hormonales que se producen en el ciclo menstrual.Tanto los estrógenos como la progesterona pueden actuar en la regulación de neurotransmisores como la serotonina o ácido gamma-aminobutírico lo que
podría explicar parte de los síntomas emocionales que se observan en este síndrome.


SÍNTOMAS
Los síntomas en el SPM son muy variados. Se han podido identificar más de
200 síntomas tanto emocionales como físicos.

  • Síntomas emocionales: tristeza, irritabilidad, cansancio, ansiedad, insomnio, apetito o antojos, cambios repentinos de humor, peor gestión del estrés,…
  •  Síntomas físicos: dolor de cabeza, hinchazón, distensión abdominal, gases, diarrea, sensibilidad o dolor en los pechos, retención de líquidos,acné, aumento de peso…

 

DIAGNÓSTICO
No existe una prueba que detecte el SPM. Tampoco una prueba de laboratorio indicaría SPM, puesto que el valor de las hormonas se puede encontrar dentro del rango normal o con pequeñas alteraciones que varían en cada mujer. Su diagnóstico se hace en base a los síntomas presentes en la mayoría de los ciclos que deben comenzar en la fase lútea y terminar en el primer o segundo día de menstruación. Debe estar presente, al menos, un síntoma físico y otro emocional.

En los casos más graves de SPM, se puede diagnosticar trastorno disfórico premenstrual (TDPM). En este caso, se deben cumplir 3 criterios:
1. Presencia de, al menos, 5 síntomas y, al menos, 1 de origen emocional. Los síntomas deben comenzar como máximo, una semana antes de la menstruación
2. Los síntomas deben interferir con el trabajo, estudios, actividades habituales o sociales.
3. Se debe descartar la presencia de condiciones psiquiátricas o consumo de sustancias que expliquen los síntomas

 

ALIMENTACIÓN
Existen determinados nutrientes y grupos de alimentos que tienen influencia en el SPM. Sin embargo, la dietoterapia se debe individualizar en función de los síntomas presentes. Las recomendaciones generales se basan en una alimentación antiinflamatoria:

  • Limitar el consumo de ultraprocesados. Estos alimentos contienen gran cantidad de azúcar añadido y grasas trans, y su valor nutricional es muy bajo. El azúcar y las grasas trans son compuestos que contribuyen a la inflamación, por lo que debemos reducir tanto el azúcar contenido en los ultraprocesados o refrescos como el que añadimos en casa.
  •  Reducir los estimulantes como la cafeína y limitar el alcohol. Las xantinas presentes en café, té o cacao son estimulantes del Sistema Nervioso Central (SNC), por lo que pueden agravar los síntomas de insomnio, nerviosismo e irritabilidad. El alcohol es un depresor del SNC, lo que empeora cuadros de tristeza presentes en el SPM.
  •  Menos sal y más agua y potasio. Este punto es importante si existe hinchazón y retención de líquidos. El potasio lo podemos encontrar en frutas y verduras en general. Este mineral contrarresta los efectos del sodio, ayudando a eliminar líquidos.
  •  Grasas saludables. Las grasas juegan un papel muy importante en la producción de hormonas. En la menstruación, se liberan prostaglandinas de tres familias: 1, 2 y 3. Se dividen en dos grupos: con actividad proinflamatoria (PG2) y con actividad antiinflamatoria (PG1 y PG3 ). Ambas tienen que estar en equilibrio. Cuando las primeras se encuentran más elevadas que las segundas, se produce dolor menstrual, dolor de cabeza y alteraciones gastrointestinales. Los ácidos grasos omega-3 (pescado azul, frutos secos, semillas…) y omega-6 (aceites de semillas) inhiben la producción de las prostaglandinas inflamatorias y estimulan la producción de prostaglandinas de la serie 1 y 3 (PGE1 y PGE3), que tienen efecto antiinflamatorio. En cambio, una dieta rica en grasas saturadas (carnes, lácteos, embutidos…) favorece la síntesis de prostaglandinas de acción inflamatoria (PG2).
  •  Evitar déficit de magnesio, hierro, calcio y vitamina B6. Estos micronutrientes son necesarios para el funcionamiento de neurotransmisores como la serotonina.

 

SUPLEMENTOS
Al igual que en la alimentación, los suplementos se deben individualizar en función de los síntomas. Si existe déficit de algún micronutriente que no se puede corregir con la
alimentación podemos suplementarlo en una dosis adecuada.
Otro suplemento con  suficiente evidencia científica es el Vitex agnus-castus L. El Vitex es una planta con efectos muy interesantes en determinados trastornos ginecológicos. Esta planta ha demostrado eficacia en el SPM, especialmente cuando existe un desequilibrio estrógenos-progesterona.

 

 

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