8 causas que influyen en el retraso del embarazo – 01 – Causas fisiopatológicas

  • Tanto el hombre como la mujer pueden padecer algún tipo de patología o malformación en su aparato reproductor que les esté impidiendo tener hijos. En todos los casos, es fundamental que el médico haga las pruebas necesarias, llegue a un correcto diagnóstico y proporcione el tratamiento o la intervención adecuada para que la mujer y/o el hombre pueda mejorar su salud y su fertilidad.
 

En el caso de la mujer puede ser un factor ovárico, tubárico o uterino. 

Factor ovárico: podemos estar hablando de que la mujer no esté ovulando; u ovule, pero el folículo no protruya para que el ovocito pase a la trompa de Falopio; o presente un síndrome de ovario poliquístico (SOP). Entre un 5 y un 10 % de las mujeres occidentales padecen este síndrome, caracterizado por poder presentar múltiples quistes pequeños en los óvulos; un exceso de testosterona, causada probablemente por una resistencia a la insulina; o ciclos menstruales irregulares, que aparecen probablemente por la ausencia de ovulación.

Factor tubárico: aquí nos referimos a que una o las dos trompas de Falopio puedan estar obstruidas. Una de las causas tubáricas más comunes de infertilidad es la Hidrosalpinx, patología inflamatoria en la que se acumula líquido en el extremo más cercano al ovario de la trompa de Falopio.

Factor uterino: en este caso podemos estar hablando de diferentes complicaciones. Se puede dar el caso de encontrar adherencias en el útero, miomas o pólipos, que pueden estar dificultando la capacidad de concebir. De origen congénito, puede que el útero adquiera una forma diferente a la normal que también esté dificultando la capacidad reproductiva. Otra de las patologías que encontramos en este ámbito es la endometriosis, en donde la mujer sufre el crecimiento de las células del endometrio en otras partes de su organismo; el 50 % de las mujeres con endometriosis ven afectada su fertilidad, aunque todavía se desconozca el porqué de esta afectación. 

Otros factores: puede que la mujer tenga alguna disfunción sexual que le impida tener relaciones adecuadamente, lo que conviene consultar con un experto en la materia. Puede que las propiedades del moco cervical se encuentren alteradas y no pueda realizar bien su función de acogida y transporte de los espermatozoides. Puede que las disfunciones estén ocasionadas a nivel hormonal como veremos en el siguiente post de otras patologías. O también podemos encontrar causas genéticas a nivel de los cromosomas o de los genes; como puede ser el síndrome de Turner, en donde puede encontrarse sólo un cromosoma sexual X; deleciones en los cromosomas sexuales, influyendo en la función reproductiva; mutaciones en los genes que codifican para las hormonas gonadotropinas o sus receptores y, por tanto, dificultarán la producción y señalización de las hormonas sexuales; etc.

En el caso del hombre: 

Alteraciones en el líquido seminal y en los espermatozoides. Pueden darse los siguientes casos entre otros: 

  • Azoospermia: el semen no contiene espermatozoides.
  • Oligozoospermia: el semen contiene una cantidad muy pequeña de espermatozoides.
  • Astenozoospermia: los espermatozoides tienen poca movilidad.
  • Teratozoospermia: malformaciones de los espermatozoides.
  • Otros diagnósticos: fragmentación del ADN en el espermatozoide, alteración de la composición del semen, aparición de anticuerpos antiespermatozoides. 
 

Problemas en la eyaculación: un ejemplo de ello es la eyaculación retrógrada, en donde los espermatozoides viajan a la vejiga en vez de ser expulsados por la uretra. También puede pasar que una disfunción sexual dificulte la expulsión del eyaculado.

Alteraciones en la morfología de los genitales masculinos: es el caso de la criptorquidia, alteración en la cual los testículos no han descendido al escroto.

Obstrucciones de los conductos: la obstrucción puede darse en el epidídimo, en el conducto deferente, en el eyaculador o en la uretra. Y puede tener diferentes causas. Es importante llegar a detectar la causa de esta alteración para dar con la solución adecuada.

Varicocele: se trata de la aparición de las venas dilatadas o varices en el escroto. Es la causa de infertilidad masculina más frecuente. Estas varices pueden disminuir la calidad del semen por aumento de su temperatura o por no dejar que pase el oxígeno suficiente a los testículos, produciéndose así un acúmulo de radicales libres; pueden ocasionar también problemas obstructivos, endocrinos, inmunológicos y a nivel de la espermiogénesis.

Alteraciones genéticas: pueden ser debidas a anomalías en los cromosomas, en su número o en su estructura; o a mutaciones en los genes. Un ejemplo de una anomalía cromosómica numérica es el síndrome de Klinefelter, en el que el hombre contiene tres cromosomas sexuales, XXY. A nivel de estructura pueden darse deleciones, es decir, pérdidas de fragmentos de ADN, en el cromosoma sexual Y, donde se encuentran numerosos genes relacionados con los órganos sexuales y la función reproductiva. En términos de mutaciones genéticas, éstas pueden dar lugar a obstrucciones en los conductos, alteraciones hormonales, problemas eyaculatorios, y desórdenes en la producción y función espermática.

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